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Arboles muertos y mucha tinta

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Skull the Slayer

Skull the Slayer

POR ARMANDO BOIX

 

Autor: Varios

Números: 8

Edita: Marvel, Nueva York, 1975 - 1976

Llegada la década de los 70, Marvel Comics Group ya se había consolidado como una de las grandes editoriales norteamericanas de narrativa ilustrada y conseguido canales de distribución suficientes para poder proporcionar a los puntos de venta cuantos títulos decidiera publicar, lejos ya las férreas limitaciones que su competidora (pero también distribuidora) DC le fijara en los inicios de la nueva marca. Su plantel de personajes, sin embargo, continuaba en gran medida restringido a las creaciones que Stan Lee proporcionara a La Casa de las Ideas una década atrás, convertidos ya en iconos de la cultura popular. Llegaba ya la hora de abrir puertas a nuevos talentos, de explorar diferentes caminos, que no necesariamente debían pasar por el esquema superheroico. Tras tentativas que se revelaron exitosas como fue “The Tomb of Dracula”, de Marv Wolfman, o “Conan the Barbarian”, de Roy Thomas, Marvel se dejó llevar por el entusiasmo e invadió las estanterías con una avalancha de nuevas cabeceras, que en su mayor parte tuvieron muy corta existencia. Es el caso de títulos de superhéroes como “Iron Fist”, “The Champions”, “Bloodstone” “Omega” o “Black Goliath” o mitos del pulp rescatados como “Doc Savage”, “Tarzan” o “John Carter”. En un punto intermedio entre ambas tendencias se encontraría “Skull the Slayer”, cuyo protagonista tiene reminiscencias superheroicas –posee un cinturón alienígena que le concede superfuerza–; pero, más que combatir supervillanos, corre aventuras fantásticas en un escenario exótico, con un espíritu capaz de recordarnos al de las novelas de Edgar Rice Burroughs.

La colección se puso a la venta en agosto de 1975, con una cadencia bimestral, durante el periodo en el que Len Wein sustituyó a Roy Thomas como editor jefe de Marvel. Ese primer número estuvo escrito por Marv Wolfman e ilustrado por Steve Gan, pareja artística que sólo confeccionaría tres entregas, para ser reemplazados por Steve Englehart, como guionista del número cuatro, y Bill Mantlo escribiendo el resto de la colección. El dibujante sustituto de Gan fue el siempre eficaz Sal Buscema, uno de los artistas más productivos y fiables de la editorial, que consiguió los mejores resultados gráficos en los números donde estuvo entintado por Sonny Trinidad, quien enriqueció a los lápices del pequeño de los Buscema con un barroquisco y detalle de los que carecían en origen.

Del mismo modo que, en aquella época, Kirby se inspiró en las teorías de Erich von Daniken para la creación de “The Eternals”, Wolfman sin duda encontró su motivo argumental en otro éxito editorial del momento: “The Bermudas Triangle” de Charles Berlitz, libro publicado en 1974 que, exponiendo el misterio en torno a las desapariciones de barcos y aviones en esa zona del Caribe, había conseguido vencer millones de ejemplares. Porque ése es el arranque de la saga: una avión de transporte Hercules resulta atrapado por una extraña turbulencia sobre el Triángulo, para ir a estrellarse, no contra el mar, sino en una peligrosa jungla alejada en el espacio y el tiempo, donde contra toda lógica conviven monstruos prehistóricos con diversas civilizaciones de la antigüedad. La tripulación perece en el impacto; no obstante, sí logran sobrevivir algunos pasajeros que conforman un variopinto y mal avenido grupo: Jim Scully, alias Skull, veterano de la guerra de Vietnam conducido a juicio bajo la acusación de haber asesinado a su hermano; el doctor Corey, un científico de color resentido con la sociedad y con un carácter bastante agrio; Ann Reynols, bella secretaria que no acaba de encontrar su lugar en el mundo; y Jeff, un adolescente rebelde y fugado, hijo de un senador. Aunque no parecen soportarse muy bien unos a otros, la necesidad de sobrevivir les mantendrá unidos, en su recorrido plagado de huidas desesperadas, bestias ansiosas por devorarles y nativos con la lanza siempre lista.

Aunque este argumento puede retrotraernos a la aventura fantástica clásica del estilo de “La tierra olvidada por el tiempo”, resulta interesante los toques de modernidad que los guionistas confieren a la serie, tratando, a través de la figura de su personaje principal, el tema de la inútil intervención norteamericana en Vietnam y la inadaptación de los veteranos una vez vueltos a casa. Y en la construcción de la personalidad de Jim Scully también se rompe con los moldes tradicionales hasta ese momento, pues es un hombre muy alejado de los idealistas bienintencionados habituales en los cómics, escéptico, herido por sus experiencias, individualista hasta el punto de tener comportamientos tan poco ejemplares como abandonar a sus compañeros a su suerte para salvar la propia vida. Jim Scully “Skull” es un superviviente, entrenado por el ejercito para matar, sin otro objetivo que ver otro amanecer.

Desgraciadamente, la serie no obtuvo la suficiente respuesta por parte de unos lectores saturados de novedades, lastrada entre otras cosas por una periodicidad muy poco favorecedora, y se canceló de forma abrupta tras el número 8, dejando su trama sin concluir. Como hiciera la editorial en otros casos similares, Marvel brindó la oportunidad de cerrar de un modo un poco más digno la historia, y concedió a los protagonistas de “Skull the Slayer” espacio en la serie “Marvel Two-in-One”, donde La Cosa compartía aventuras con otros personajes. Así, en los números 35 y 36 de esta colección, publicados en 1978, tendremos un oportuno final a las peripecias de este grupo de perdedores, con el mismo Marv Wolfman, creador del personaje, escribiendo el guión y el magnífico artista filipino Ernie Chan en el dibujo.

 

 

The pin-up art of Bill Ward (2011)

The pin-up art of Bill Ward (2011)

Autor: Bill Ward.

Editores: Alex Chun y Jacob Covey

Edita: Fantagraphics, Seattle, 2011

 

Bill Ward empezó dibujando historietas en la Golden Age de los comic books americana allá por la década de 1940 y 1950. Con la llegada del Comics Code Authority, Bill empezó a buscar nuevos aires para seguir viviendo de su arte. Y comenzó a publicar en las páginas de las revistas para adultos de la épcoa, haciendo chistes de doble sentido donde siempre hay señoritas sexy dibujadas con medias negras , cintura de avispa, poca ropa y un par de tetas que parecen dos misiles listos para dispararse, cual Afrodita A-1. Nada muy profundo en términos literarios y que se diferencian de centenares de otros artistas por la maestría con que Ward usaba el crayón Conté, que daba un efecto de carboncillo a sus dibujos muy difícil de realizar.

Este libro justamente recopila muchos de esos trabajos de Ward, exhibiendo sus fortalezas como dibujante y su manejo de la técnica. Al pasar las páginas , uno se da cuenta del gran trabajo que hacía Ward de manera regular, de su gran dominio de la caricatura y de la sutileza de su trazo. Eso sí, no esperen mas que lo que es: una recopilación de chistes de doble sentido que hoy no escandalizarían a nadie. Eso sí, dibujado con un trazo maravilloso.

Si les gusta la ilustración retro y las pin- ups, este libro es para ustedes. Si no, pueden evitarlo.

Fola, el hombre que fue una biblioteca

Fola, el hombre que fue una biblioteca

Autor: Geoffrey Foladori (a) Fola

Edita: Montevideo Comics, Montevideo ,2013

 

Si tenés mi edad (cuarenta y largos) seguro que de chico te leíste laguna vez la revista Anteojito. Si eso pasó, seguro te topaste con esa maravilla del humor blanco que era Pelopincho y Cachirula, repleta de chistes con un encanto inocente, con esos dos niños cabezones que parecían vivir en un mundo donde las cosas eran casi bidimensionales y en ese formato te doble tira vertical tan raro. Su autor, Geoffrey Foladori (o Fola como todos lo conocíamos) resultó ser un señor viejito muy británico, tan refinado como su humor… y que venía publicando desde décadas atrás.

Que no hubiera un libro dedicado a Fola era una omisión imperdonable.

Gracias al cielo existe en Uruguay el evento Montevideo Comics, que todos los años (y gracias a dinero que pone el gobierno uruguayo) edita como regalo de la convención un libro dedicado a un artista uruguayo. El año anterior, Carlos Maria Federici había sido el beneficiado. Y este año, le toco a Fola.

Ell libro recopila principalmente le material que Fola publicó en medios uruguayos (aunque hay algunas tiras hechas en medios argentinos), dando una buena muestra de los personajes que hacía en ese período. Desde Ciengramos y Viola – nombre original de Pelopincho y Cachirula – a Don Tranquilo, pasando por Don Gumersindo o el ¡Divúlguelo! (versión criolla del Aunque Ud. No lo Crea de Ripley), el trabajo de Fola brilla en estas páginas. Más allá de los cambios en el trazo fruto de las épocas,  el humor se mantiene: sólido, limpio y de ribetes surrealistas, siempre listo para sacar una sonrisa.

La selección a cargo de Matías Castro es impecable y el trabajo de restauración a cargo de Diego Jourdan (que además contribuye con una tapa maravillosa) es de lo mejor que se puede hacer, teniendo en cuenta que los materiales originales no estaban en el mejor estado. O sea un libro que, en su confección es un perfecto homenaje a un creador que se merecía un homenaje así. Ojala que la gente de Montevideo Comics siga haciendo estos libros.

 

 

Steve Canyon complete, volumen 1:1947 (The complete Steve Canyon: 1947, 2013)

Steve Canyon complete, volumen 1:1947 (The complete Steve Canyon: 1947, 2013)

Autor: Milton Caniff

Edita: Kraken, Madrid, 2013

 

Es increíble como el mudo de la historieta se olvida de sus clásicos. Muchos de los aficionados, capaces de saberse de memoria vida y obra de cada X-Men, de comprarse hasta el sketchbook hecho por Akira Toriyama borracho a las tres de la mañana en las servilletas de un bar, de hablar del Corto Maltés con una erudición encomiable, de defender las virtudes de alguna serie de Columba dibujada por Canelo y escrita a las apuradas por Robin Word o tener completa las dos épocas de la revista Fierro, lo mas probable es que no solo no hayan leído nunca a Milton Caniff , sino que ni siquiera les preocupe hacerlo.

Y esto es como querer dársela de enterado de literatura y ni siquiera tener idea quien es Miguel de Cervantes.

La sombra de Caniff se proyecta en toda la historieta “seria” de una manera que pocos artistas lo han hecho. Tipos como Hugo Pratt, Jordi Bernet, Joe Kubert, Gil Kane, Alex Coth y Stan Drake (y estoy nombrando solo a los primeros que se me ocurren: la lista es realmente infinita) le deben mucho de sus estilos al estilo de Caniff. No solo por su uso impresionista de formas y fondos, donde no están todos los detalles (como pasa con tipos como Hal Foster, José Luis Salinas, Alex Raymond o – en un registro diferente – Hergé y Jacobs), sino solo los verdaderamente relevantes. También por su habilidad para describir con dos líneas de diálogo personajes complejos o construir diálogos que harían la envidia de más de un novelista. O el construir secuencias mudas de una potencia emocional apabullante en el espacio limitado de una tira diaria o una media página dominical. O de mantener el suspense tira tras tira, construyendo un equilibrio fabuloso en una estructura comercial (la tira diaria con continuará) muy peor muy difícil.

Y, si bien Steve Canyon será siempre su segunda obra maestra que nunca desbancará a su Terry and the Pirates, este primer tomo agarra a Caniff en su peak creativo y además entusiasmado con su nueva creación (de la que además era dueño exclusivo, como cuenta el interesantísimo prólogo de Bruce Canwell). Con lo que el historietista tira toda la carne al asador en cada una de las tiras. Y se nota.

Para el que no sabe de qué va la cosa, SteveCanyon es un ex piloto de la Fuerza Aérea yanqui desmovilizado tras la Segunda Guerra. Es el dueño de Horizons Unlimited, una pequeña aérea de transporte aéreo que está siempre al borde de la quiebra. Y por eso siempre abierto a cumplir cualquier encargo no del todo kosher que le caiga en cima. Desde ya, cada contrato que consigue se convierte en una aventura repleta de personajes tortuosos, “femme fatales” (una de las especialidades de Caniff), espías con dobles y triples juegos y héroes rudos y poco convencionales.

La edición de Kraken (tomada de la que hizo la yanqui IDW) es fastuosa, con una traducción de Luis Alboreca y Carlos Diaz Maroto encomiable. Aclaremos una cosa, eso sí: leer copilado tiras diarias y dominicales con continuará implica leer mucha redundancia. Puede ser un pelín farragoso peor vean (solo pónganse a ver) como logra generar la variedad Caniff en ese truco de recapitular, avanzar y dejar enganchado al lector en cada tira y se van a olvidar de fárrago que puede parecer al inicio.

Si lo ven por ahí y les gusta la historieta, no lo duden: compren Steve Canyon. Es como leer le Quijote: al principio puede que cueste agarrarle el ritmo pero una vez que están en ello van a descubrirle todas las cosas deliciosas que tiene escondida.

 

El sabio de Sión y Diario de viaje por Medio Oriente

El sabio de Sión y Diario de viaje por Medio Oriente

Autor: Brian Janchez

Edita: Ediciones Noviembre/Ediciones Llantodemudo, Buenos Aires/Córdoba, 2013

 

Reconozco que, en general, el comic autobiográfico no me seduce. No el concepto “per se”, sino porque, vamos, no creo (a diferencia de la gente que sí le gusta el género) que hacer entretenida la realidad sea solo una cuestión estilística, que hasta la vida más banal se hace entretenida bien contada. Y no es así: para leer vidas aburridas, me alcanza con mi propia cotidianeidad. Y una cosa es leer Persepolis de Satrapi (con todo su desarraigo y problemática política... aunque la sensación es que Satrapi es una chica de familia bien que pudo irse justamente porque era una chica que tenia gente que conocía gente y por eso tenía una ventaja por sobre le 90% de sus coterráneos) o Maus (que se sostiene porque le padre de Spiegelman le pasan cosas.. terribles peor le pasan) o el trabajo de Joe Sacco (que usa los trucos de la historieta autobiográfica para hacer periodismo investigativo) y otra muy diferente es leer la vida de gente cuya su rutina se reduce a salir a tomar algo, sentarse en un tablero y hacer reflexiones irónicas y/o cargadas de referencias pop sobre la vida (como son el 90% de las historietas autobiográficas ). Todo eso lo puedo hacer yo y ver yo con mi vida, gracias.

Una vez dicho esto, se podrán imaginar que este libro no era particularmente de mi interés. Tal vez lo más curioso era que, por lo menos, el autor vivía un cambio profundo  (de lugar, de vida, de país… cosa que no es fácil, se los digo por experiencia). Y el resultado es… bueno lo que uno descubre es que el mito de “Israel-el-estado-rodeado-por-vecinos-que-lo-quieren-matar” es en parte cierto y en parte falso. Si, hay controles y la sensación que hay en el trasfondo cotidiano algunas cosas de seguridad que uno no vive en lo cotidiano. Pero que, en el 90% de los casos eso es básicamente un incordio, no un problema peligroso. Y que los israelíes tienen una vida tan aburrida en prometido como nosotros.

No es que esté mal el libro: Janchez hace divertidas las anécdotas, hace observaciones afiladas y tiene un estilo impresionista y simple (se nota su admiración por Angel Mosquito en sus trazos). Solo que no soy el lector que busca. No me interesa lo que cuenta por lo que dije arriba del género. Denme historietas irreales. O historietas reales donde me digan lago más que “soy un tipo de treinta de clase media occidental que no sabe que hacer con su vida”. Solo para evitar la redundancia con mi vida cotidiana.

JLA: JUSTICIA

JLA: JUSTICIA

Título original: JLA: Justice (2010)

Autores: Jim Krueger (guión) y Alex Ross (dibujos)

Colección: Booket

Edita: Planeta, Barcelona, 2010

 

Por un lado, muchos villanos comienzan a trabajar mancomunadamente para mejorar la calidad de vida de la Humanidad. Por otro lado, la Liga de la Justicia de América comienza a ser atacada solapada y sutilmente, generando desconcierto y disensión entre ellos. Desde ya hay un plan detrás, un plan complejo y maquiavélico diseñado pro alguno de los rivales más poderosos de los héroes. No puedo contar más porque sería sopa fría, la verdad…

Si alguno está preocupado pro saber exactamente donde entra esta historia en la continuidad oficial del Universo Dc, les diría que no se calienten demasiado. Evidentemente está ubicada probablemente en algún momento de lo publicado durante la década de 1970, con la lista de héroes clásicos perteneciendo al supergrupo (Superman, Batman , Mujer Maravilla, Flash/Barry Allen, Green Lantern/Hal Jordan, Hawkman/Katar Hol, etc) y con los villanos que recuerdan mucho a la Legión del Mal de los Super Amigos. De hecho, como dijo un amigo , tal vez sea más entretenido pensar que es una suerte de versión “seria” de este grupo animado antes que de la Liga “oficial”. En síntesis, lo que quiere hacer en la historia Jim Krueger es algo “clásico”, donde los héroes osn buenos y los malos malos, sin medias tintas.

Si a eso le sumamos el fotorealismo de Alex Ross en cada página, la palabra que conseguimos al final es “épica”. Una historia donde el destino del mundo está en juego, donde todo es mas grande que la realidad, donde se puede volar más rápido que la luz, o derribar edificios de un solo golpe. Una de superhéroes bien contada, que empieza y termina. Una novela gráfica en todo el buen sentido de la palabra. NO, no cambia el género ni las convenciones de la historieta, no es rompedora. Pero es una obra sólida que no se deshace en ningún momento. Muy disfrutable la verdad.

 

Lo que no importa está acá

Lo que no importa está acá

Autor: Gustavo Sala

Edita: Moebius, Buenos Aires, 2013

 

Gustavo Sala es un rocker de alma.

Y tiene un ojo crítico para desactivar la grandilocuencia farandulera a golpes de absurdo que ya se podía ver desde sus comienzos omco fanzinero.

Que la revista Rolling Stone argentina lo pusiera a hacer chistes sobre ambos temas fue una decisión correctísima, porque Sala parió una sucesión de chistes uno más salvajemente lúcido que el otro. Ningún ícono “curtural” queda a salvo de sus dardos (sino fíjense en le Charly “Totoro” García de la tapa, ironizando con este anciano gordo que ha ocupado el lugar del Héroe Rockero de Argentina, ese al que todos apostábamos que se moría en una sobredosis), pero todo escrito con tanta gracia que es imposible no reírse.

Que Moebius haga una selección de sus chistes y lo aderece ocn otros que hizo Sala especialmente para el libro, es un acierto total. El efecto acumulativo de leer todos lso chistes de Sala desemboca en la carcajada perpetua del lector. Eso sí si es de ofensa fácil, evítelo. Gustavo puede ser vulgar, salvaje y políticamente incorrecto en unos niveles dignos de Vuillemin.Si se va a poner a denunciarlo porque un chiste le afectó su conciencia moral, NO LO COMPRE. Está avisado.

Además los chistes necesitan de la referencia del personaje que se está satirizando. Algunos (Los Beatles, Kiss, Amy Winehouse, etc) los conocerá mucha gente peor hay una gran cantidad que dependen de la fauna rockera y mediática argentina para entenderse.

Pero si usted puede superar ambos inconvenientes, vaya y cómprese este libro porque se va a reir mucho, pero mucho. Gustavo es de los mejores humoristas contemporáneos de la Argentina. Y en este libro vuelve a dar cátedra.

Historias del olvido

Historias del olvido

Autores: Guión de Luciano Saracino y Javier de Isusi, dibujos de varios autores.

Edita: W Editores, Buenos Aires, 2013

 

Tenía originalmente pensado una gran introducción a esta reseña, que me había imaginado en mi mente. Pero se me olvidó.

Lo que engancha perfectamente con esta novela gráfica.

Historias del olvido habla justamente de la labilidad de la memoria, de cómo se nos pierde sin darnos cuenta, de como la reconstruimos una y mil veces, del recuerdo como algo flexible y variable. Bajo trasfondos mas o menos fantásticos (un pueblo donde la gente olvida cosas, palomas que parecen llevarse recuerdos, gente olvidadiza la extremo, relaciones de amistad a algo profundo con los cambios de memoria, etc) lo que Luciano Saracino y Javier de Isusi hacen es meternos en uno de los temores ocultos que mas nos asustan a cada uno: ¿qué pasa si lo que yo creía que fue no era? ¿Y cómo me daré cuenta de eso?

Otra cosa inteligente ha sido la construcción de la historia, compuesta con dos o tres historias paralelas que van dando un paneo general. Eso permite que haya varios dibujantes diferentes contribuyendo para un proyecto que (sospecho) no debe haber pagado adelantos (lo que permite un compromiso más simple de su parte) pero que no es meramente una antología de historias sino una obra cerrada en si. Un trabajo estructural que tiene sus bemoles y que los guionistas logran realizar perfectamente.

Y el elenco de dibujantes es excelente. David Rubin, Paco Roca, Manu Ortega, Infame & Co, Danimaiz, David Lafuente, Leticia Ruifernandez, Abril Barrado y Alex Orbe contribuyen cada uno con sus estilos personales a darle a la obra un tono variopinto y mezclado que ayuda en mucho al resultado final.

Definitivamente, Historias para el olvido no debería dejarse pasar si uno es lector del buen comic. Profunda, reflexiva, poética pro momentos. Me encantó. Disculpen el chiste obvio, pero no se olviden comprarla.

Enfermito. El humor insano de Gustavo Sala

Enfermito. El humor insano de Gustavo Sala

Autor: Gustavo Sala

Edita: Ril, Santiago de Chile, 2013

 

Fuera de las fronteras argentinas, Gustavo Sala y su humor demencial, escatológico y disparatado es poco conocido. Mas allá de unas colaboraciones parala revista española  El Jueves y algo editaod en Uruguay, el resto del mundo desconoce su humor.

Ahora, al menos, Chile es otro país que puede ver su trabajo. En ese sentido, Enfermito es un gran sampleo por el universo de Sala. De hecho hay cosas que vienen de los años de su fanzine Falsa Modestia.

La verdad que puedo agregar de Gustavo que no haya dicho muchas veces. Para mí es uno de los humoristas más interesantes que ha dado Argentina en los últimos quince años. No esperen apuntes cotidianos a lo Maitena o poesía reflexiva a lo Liniers (por nombrar otros dos humoristas que mas o menos por esos años se hicieron famosos): Sala tiene un humor surrealista, escatológico, absurdo y políticamente incorrecto. Si usted es del os que se ofende fácil, no se acerque a este libro, porque puede hallar material para dos o tres juicios (lo que, en mi libro, lo convierte en un soberano tarado. ¿No se da cuenta que es un chiste?). Pero si no le afecta la corrección política, se va a encontrar riéndose a carcajadas en dos segundos, créame.

O sea, si es de los que se ríen con cosas... bueh, enfermitas… este es su libro. Sala es un procer del humor, créanlo.

 

Revista Cthulhu nº 10

Revista Cthulhu nº 10

Autores: varios

Edita: Diábolo, Madrid, 2013-11-28

 

Vamos aclarando que con esta revista tengo conflicto de intereses. Es que una historieta dibujada por Edu Molina y guión mío aparece en este número. Así que esta reseña tomenla con este dato por delante.

Una vez dicho esto, realmente es muy bueno volver a ver una revista de antología que venga perdurando en el tiempo como esta. Bien hecha, con un papel muy bonito, prolija edición. Me recordó en un punto la exquisita edición de la Taboo de Stephen Bissette (para mí es un elogio si haces revistas de terror). Puedo decir que, al menos nuestra historieta no desmerece nada como quedó publicada respecto al original.

Yendo a los contenidos, pasa lo que pasa en toda antología: hay cosas mejores y cosas peores. Vayamos al detalle.

Empezamos con la única historieta seriada de la revista, una adaptación de Herbert West, Reanimador, de H. P. Lovecraft escha íntegramente por Santipérez, un dibujante con un trazo que me recuerda al mejor Bernie Wrighston. Clásico, sólido, detallista, es un gran comienzo de la revista.

Otra adaptación, esta vez de la historia “Ellos” de Runyard Kipling por Yago, le sigue. Una típica “ghost story” de principios del siglo XX, de fantasmas amables y casas de campo británicas, dibujada con un estilo sintético y levemente “cartoony”

“l hombre que me apuñaló en Venecia” de Edgar Max es el típico enfrentamiento con el doble para resolver el pasado. Bien contado, bien dibujado.

“Eso” de Manuel Mota es una anécdota breve de sexo con Algo Que No Debería Existir (Y Menos Follar) que parece dibujada para una revista italiana tipo Sukia.

Sobre “La Cantante”, escrita por servidor y dibujada por Edu Molina no puedo opinar. Solo puedo decir que lo que hizo Edu con mi guión fue MEJORAR profundamente lo que había escrito. Y yo me encuentro profundamente satisfecho con su trabajo… Ahora por la historia en particular, evalúen uds.

“El hombre maldito” de Fátima Fernandez e Ismael Canales tiene un dibujo ahí nomás y una anécdota mínima que realmente no llega a mucho. Definitivamente, no me gustó.

“El sueño del señor Rodriguez” de Roc Espinet, por el contrario, es un hallazgo. Dibujado con un estilo que me recuerda mucho a Johan Sfar, la anécdota puede ser mínima pero está contada con una gracia maravillosa.

“Pasan cosas raras en Dunwich” de Alex Ogalla y Ernest Sala es un relato clásico del género, giro irónico incluído, efectivo y bien dibujado.

“La serpiente blanca” de Raulo Cáceres, es otro de los relatos maravillosos de este ejemplar. El uso de la leyenda de Medusa reconvertida en un relato de amor imposible en solo ocho páginas es brillante. Todo con el estilo barroco al que Raulo acostumbra a dibujar.

“como escribir una historia lovecraftiana2 es un desguace en dos páginas y en clave humorística de los relatos de don Eich Pi El. Graciosillo.

“Dagón” de Ariel Diaz es otra adaptación (y van…) de Lovecraft. ¿No es hora de declarar moratorias en las adaptaciones de sus relatos? Y tiene un dibujo expresionista muy lindo peor es una mala historieta. O sea es más un relato ilustrado, un conjunto de viñetas ordenadas por el resumen del relato. Nada de globos de texto, nada de personajes que reaccionen. Solo muchas viñetitas hiladas y soportados por una narración en bloques. Eso sí, lindas las viñetas, muy expresionistas ellas.

“Vidente” de Cabhur y Sirelion empieza generando confusión y jugando con los clisés de los relatos de terror, pero termina cerrando todo en una resolución que hace que todo sea un mecanismo de relojería.

“Niara y Menelik” de Damián Connelly y Gerardo Baró es otra de las joyas del número. NO desmerecería la historia en las páginas de la Creepy clásica, realmente.

“Girtando el silencio” de Bascoy tiene el problema de competir temáticamente con la historia de Raulo, lo que le hace perder en comparación. Es una anecdotita pequeña muy bien dibujada.

El relato “Perros perdidos” de José Tamparillas (que es un cuento, no un comic) pone dentro del género el ambiente urbano popular de las malas edificaciones urbanas y lo torna en un relato genuinamente desasosegante.

Finalmente Angel Rodríguez aporta con una página que es mas un chistecito que otra cosa.

El balance es promisorio. Ctulhu es una revista de antología que creo que vale la pena seguir si uno es fan del género del terror.

Walt Disney’s Mickey Mouse Color Sundays vol. 1: Call of the Wild

Walt Disney’s Mickey Mouse Color Sundays vol. 1: Call of the Wild

Autor: Floyd Gottfredson

Colección: The Floyd Gottfredson Library

Edita: Fantagraphics, Seattle, 2013

 

Apenas me había asomado al trabajo de Floyd Gottfredson en las páginas de la antigua Historia de los Comics de Toutain pero siempre oia decir buenas cosas de él. Y se dio que, por esas cosas del destino, a mi amigo Diego Jourdan le enviaron dos copias de esta recopilación de las primeras páginas dominicales de Mickey hechas por Gottfredson y me regaló una. Así que me senté a leer el libro.

Y.. ¡Qué hallazgo!

Aquí no hay seriales aventureros larguísimos como en las tiras diarias que por esos años también hacía Gotfredson con Mickey, sino más bien anécdotas cómicas cortas o historias que se terminaban en relativamente pocas planchas. Teniendo esto en cuenta, hay que ver la destreza con la que cuenta cada historia, con que engañosa simplicidad desarrolla las situaciones. Parece tan simple… y después cuando uno quiere repetirlo, descubre que, no, tiene una complejidad asombrosa esa simpleza.

Y lo mismo pasa con el dibujo. Parece sencillito, pero el trazo es de una solidez y una habilidad compositiva que atemoriza. Miren el uso de las líneas cinéticas que hace. Y me pregunto si el abuso de las gotas que salen de los personajes sean un antecedente indirecto del uso que hacen de ese recurso en los mangas. Lo que no sería raro sabiendo que Tezuka era fan de la animación y muy probablemente haya visto las tiras de Mickey en los diarios cuando era niño.

Ojo, no esperen aventuras que van a cambiar la vida. Los guiones, como dije, varían entre pequeños desencantos cotidianos protagonizados por un Mickey que todavía es un personaje antes que una mascota corporativa. Un Mickey resolutivo e inteligente, pero también propenso a las jugarretas con sus amigos.

También resulta muy interesante ver la evolución en las páginas de los secundarios de Mickey. Mientras que en un principio Clarabella Cow y Horace Horsecollar osn casi los partenaires privilegiados de Mickey y Minnie, poco a poco van desapareciendo con la aparición de Goofy (muy interesante seguir su evolución) y, sobre todo, la de Donald.

Y la edición de Fantagraphics, un lujo tanto por el trabajo de remasterización de las tiras como por todos artículos investigativos sobre Mickey (el artículo sobre la influencia de Disney en Italia vale solo el libro)

En síntesis, un libro excelente por dónde se lo mire. Si pueden comprárselo, háganlo. Vale la pena.

 

Federici, detective intergaláctico

Federici, detective intergaláctico

Autor: Carlos María Federici

Edita: Montevideo Comics/ Grupo Belerofonte , Montevideo, 2013

 

Querer hacer historieta en países sin una gran industria editorial y atrapado por la producción de otro país, como pasa con Uruguay, sumergido culturalmente bajo la sombra de la industria editorial de Argentina, es una tarea no apta para la mayoría.

Por suerte, Carlos María Federici es de la minoría.

Federicilleva décadas escribiendo novelas de género y dibujando en Uruguay, con productos cuyo encanto clásico no desmerecen con el tiempo. Por eso fue una gran idea de parte de la convención Montevideo Comics de rescatar públicamente su trabajo en el comic yorugua con este libro, que se entregaba gratuitamente a todos los que participaron en ella este año.

El plato principal del tomo es la historieta Jet Galvez, que Federici sacó en un semanario infantil uruguayo en la década de 1980. Jet es parte de una agencia policial intergaláctica que vive aventuras con un tono definitivamente “retro”, más cercanas en tono a Flash Gordon que a Luke Skywalker. Se nota que la historia está pensada para niños pero el producto itene un encanto maravilloso para mi gusto.

Una selección de historietas cortas y fragmentos de itras dan también una idea de los otros trabajos que abordó Federico en su momento.

A destacar el cuidado en la restauración que se puso, trabajo que hizo Diego Jourdan (que además hizo la tapa a partir de un dibujo de Federico)

Ojala hubiera mas proyectos así, que rescataran autores que merecen ser conocidos por el público.

 

 

Vito Nervio/ Misterix

Vito Nervio/ Misterix

Autores: Varios

Colección: Biblioteca Clarín de la Historieta nº 16

Edita: Clarín, Buenos Aires, 2004

 

Este libro para mi es un hallazgo, al rescatar a dos personajes de la historieta Argentina AHC (“Antes de Hora Cero” que, como toda persona que vé Continuará, es el equivalente de la crucifixión en la historieta argentina, cuando comienza la Edad de Oro del Comic Nacional). Tanto Vito Nervio como Misterix fueron dos personajes interesantísimos de la aventura argentina de las décadas de 1940, 19650 y 1960. Por supuesto se hallan olvidados y opacados y esta es una buena manera de ver sus méritos.

Como siempre, hay que destacar el trabajo de selección realizado por Diego Accorsi, que se toma el trabajo de elegir historietas representativas de los períodos de ambos personajes. Sin él, la Biblioteca Clarín habría adolecido de fallas imperdonables, en mi opinión.

Empecemos por Vito Nervio, el detective criollo que actuó en las páginas de Patoruzito entre las décadas de 1940 y 1950 viajando por el mundo y viviendo aventuras exóticas. En el libro tenemos tres historias de éste. La primera es la aventura que presenta al personaje, guionizada por Mirco Repetto y dibujada por Emilio Cortinas. Lo impresionante aquí es el dibujo de Cortinas, un tipo que está olvidado con ganas por parte de el mundillo comiquero argentino y es simplemente brillante, con un manejo del dibujo realista con toques expresionistas a lo Eisner que son simplemente espectaculares. No había leído nada de él nunca pero, tras ver sus dibujos, me encantaría que alguien se tome le trabajo de subir (siquiera digitalizando) mas de su obra.

(Y , ya que estamos, recomiendo ciegamente que se bajen el cuaderno digital sobre Cortinas hecho por la gente de La Bañadera del Comic. Info de la buena)

Las dos aventuras siguientes de vito Nervio están hechas por el equipo más clásico del personaje, compuesto por el guionista Leonardo Wadel y Alberto Breccia en los dibujos. Ambas historias ocurren en ambientes exóticos (África y París) con argumentos de aventura pura y dura, con Vito enfrentando nativos, peleando con pulpos gigantes, luchando con organizaciones malvadas ocn planes para dominar el mundo e ingenios casi de ciencia ficción, etc. Wadel es un guionista solvente, muy entretenido y que maneja muy bien los tiempos para dejar con las ganas d mas cada semana (recuerden que esto se publicaba semanalmente). Y Breccia ya es claramente un dibujante sólido e interesado en el trabajo expresionista de las sombras pero con un manejo de la anatomía que asombra, algo que muchos parecen olvidar porque solo han visto el trabajo de sus últimos años y no ven la solidez de la anatomía del Viejo sobre la cual construyo sus fabulosas fantasmagorías. Eso sí, se nota que está limitado, aplastado por la cantidad excesiva de viñetas que impiden demostrar su virtuosidad con el lápiz.

La cosa decae cuando llegamos a las historias de Misterix, tal vez lo más cercano a un superhéroe clásico que haya existido en esos años en Argentina. Científico, detective, poseedor de un traje a prueba de balas y con una pila atómica que le daba poderes sobrehumanos, el personaje (creado originalmente en Italia pero que terminó desarrollándose para el mercado local, en uno de los primeros casos de la larga interacción creativa entre los mercados italiano y argentino) tuvo gran éxito en su momento. Sin embargo ni los dibujos de Paul Campani –deudor de Milton Canniff- ni los de Eugenio Zoppi – que se revela con puntos estéticos en contacto con Solano y el propio Breccia – no impresionan demasiado hoy día.  Y Alberto Ongaro (quien será el guionista de los mejores episodios de la serie), sin ser un ml guionista, tampoco me entusiasmó mucho. Creo que el mejor episodio de los que están en el libro corresponde a “Los mendigos pintados”, una intriga policial muy bien desarrollada.

Como se puede ver, el libro es de calidad despareja. Pero para conocer personajes que se han olvidado en la conciencia historietística, me parece algo sumamente valioso. Ojala haya más cosas similares.

Isidoro

Isidoro

Autores: Dante Quinterno, Mirco Repetto, Faruk et al.

Colección: Biblioteca Clarín de la Historieta nº 15

Edita: Clarín, Buenos Aires, 2004

 

La Biblioteca Clarín de la Historieta fue un emprendimiento del diario Clarín que resultó importante a la hora de dejar claro que el público (al menos el argentino) todavía tiene espacio para leer historieta si consigue un formato accesible y ampliamente distribuído. Obviamente que fueran todos íconos populares ayudaba a la venta, para qué mentir. Pero en general diría que fue un experimento exitoso en su momento. Además el trabajo de selección – donde Diego Accorsi, Pablo Muñoz y Lucas varela tuvieron mucho que ver – fue un plus, dando información seria y una selección pensada frente a algo que podía haber sido un desastre total en otras manos.

Buen ejemplo de estas virtudes es justamente este volumen, dedicado a las andanzas del Rey de los Playboys, probablemente uno de los íconos más reconocibles en la historieta argentina. Isidoro Cañones, rico, elegante, fiestero, ventajero, simpático, seductor, chanta, porteño hasta la médula. El libro recorre la evolución de este personaje, desde los intentos previos de Dante Quinterno para cuajar un personaje que represente a la oligarquía argentina que se va de garufa – y es la otra cara del laborioso indígena Patoruzú, símbolo del nacionalismo conservador que suscribía le autor – pasando por sus primeras apariciones como amigo/mentor/rival a veces del propio Patoruzú, para terminar con sus historietas individuales, probablemente le período que más recordamos los de mi generación y el que lo consolidó como personaje icónico. Lo que podía haberse convertido en un rejunte de historietas del personajes sin más – por muy divertidas que sean – acá se convierte en una manera de ver cómo el personaje cambia y modifica sus posiciones… incluso poniendo en le tomo la historia donde aparece pro primera vez el coronel Cañones y los esfuerzos de Isidoro para que este no se case y la remake de la misma historia que casi treinta años después se convierte en el argumento del primer número de la revista de Isidoro. Lo mismo están otras historietas notables como la primera aparición de Cachorra, el alter ego femenino/compañera de juerga por antonomasia de Isidoro y la maravillosa El “Che” Isidoro con éste convertido en guerrillero (y que le mereció a Quinterno una bomba de parte de un grupúsculo trasnochado de la izquierda en esos años). Además el trabajo de rescatar el nombre de todos aquellos dibujantes y guionistas (empezando por Mirco Repetto, que todavía necesita ser rescatado del olvido por su fabuloso trabajo en la historieta argentina) que tuvieron que ver con el personaje.

Obviamente en el debe hay cierto empastamiento en la imagen, perfectamente entendible si tuviste que levantar el material de antiguas revistas. Pero me parece que en el balance esta es una crítica mínima. Como volumen introductorio para hacerse una idea del personaje, este libro es impecable.

 

Revista Omniverse, la genesis del “continuity nerd”

Revista Omniverse, la genesis del “continuity nerd”

En una de esas busquedas de Internet queu no hace me encontré con los dos números de este fanzine estadounidense, del que tenía referencias míticas. Dirigido por Mark “mis cenizas están en un Paperback del Squadron Supreme” Gruenwald, los comentarios lo ponían en un status casi mítico. Y claro lo baje y lo leí.

Me encontré con que la reputación mítica era válida, porque Omniverse resulta ser la cristalización primigenia de la idea de la continuidad en los universos ficcionales que hoy por hoy parece ser un hecho dado a la hora de leer historietas en el comic book superheroico yanqui.

Aclaremos: no es que el tema de la continuidad no estuviera presente en el fandom comiquero en la mitad de la década de 1970: por el contrario ya se comenzaba a apostar por esos temas, sobre todo en el universo Marvel bajo la égida de Roy Thomas y los “jóvenes turcos” criados en el mundillo de aficionados de la década anterior (Marv Wolfman Len Wein, Steve Gerber, Steve Englehart,etc). Que habían tomado las referencias que Lee, Kirby, Ditko y demás dibujantes ponían en las revistas en los sesentas entre personajes e ir ampliando en extensión y profundidad ese “universo” con sus historias. Pero esto hecho desde el día a día, de historia en historia, relativamente despreocupados si algo contradecía un punto anterior de quince años atrás o de inconsistencias menores.

Pero en el fandom empezaban a aparecer tipos para los que el desarrollo de ese universo estaba convirtiéndose en un elemento importante, donde resolver esas incongruencias se convertían en un tema cada vez mas importante. Uno de ellos era Gruenwald que va a hacer esta revista dedicada a tratar de explicar los elementos de fondo y hacer que los universos ficcionales tuvieran una lógica interna coherente. En eso Omniverse terminó de cuajar esta tendencia de una manera brutal y la respuesta a la revista fue notoria, vendiéndose muy bien para un fanzine de la época e incluso recibiendo una carta laudatoria de Roy Thomas en su segundo número. En dos números, notas explicando las diferencias entre los universos de donde venían Howard the Duck y el de Disney, las evoluciones entre Doom/Kang/rama Tut/Immortus, las diferentes formas de ver la muerte y la resurrección en Marvel y DC, el grado de omnisciencia del os seres “cósmicos” de la Marvel, la explicación de por qué la serie de los “super Sons” no pertenecía ni a Tierra 1 ni a Tierra 2 sino a otro universo paralelo, etc. Como ven, unas notas absolutamente obsesivas que a la gran mayoría de la gente les parecería una perdida de tiempo (incluyendo a una buena cantidad de fans de las historietas9 pero que se convertirán en tópicos clave en los desarrollos del comic de superhéroes de los próximos años.

Peor más decidora era la sección de reseñas donde la crítica no era por la calidad intrínseca de la historieta sino por cómo trabajaba dentro del marco de coherencia interna, preocupados mas del fondo que de la forma, obsesionados porque el superhéroe  no haga lago que no debería porque sería contradecir que el superheroe Y hizo años atrás.

Lo que además lo hace importante es que estos postulados que en otros lados hubieran quedado en la especulación del fan tuvieron dentro del comic book cada vez mas importancia con el aumento del fan como principal comprador. Y también por el hecho que muchos del os que contribuirán en las páginas de ominverse terminarán trabajando e influyendo de una manera u otra al comic book americano de superhéroes a partir de la década del 80. Empezando pro el propio Gruenwald que construirá su carrera como editor y escritor de títulos de la Marvel en gran medida minando estos problemas de continuidad (vayan, lean la revista Quasar que escribía él y hablamos) y siendo el tipo que se auto impondrá como “Uber continuity geek” dentro de la editorial. La teoría de los universos paralelos en Marvel es heredera DIRECTA de la teoría Omniversal de Gruenwald.

Hoy, viendo los resultados de esa política de “continuidad uber alles” augurada en Omniverse, que ha convertido a las editoriales en páramos herméticos donde leer lago implica saber demasiadas cosas, es pasmoso ver donde empezó esto a gestarse, en este fanzine. Como artefacto generador de esta tendencia en el comic americano, resulta revelador leerlo. Guste o no guste el resultado final resulta un documento revelador. Así que bájenlo y leanlo si les interesa el tema.

el nº1 http://www.megaupload.com/?d=2N52JNBU

el nº2 http://www.megaupload.com/?d=N579O46H

365 comics por año (vol. 1)

365 comics por año (vol. 1)

Autor: Andrés Accorsi

Edita: Llantodemudo Ediciones; Córdoba, 2011

 Esta reseña va a ser muy personal. Es inevitable. Conozco a Andrés Accorsi desde más de veinte años cuando éramos dos pendex, él haciendo un fanzine llamado “Comiqueando” y yo un adolescente que recién se entusiasmaba con la historieta y que se enganchó a leer historieta yanqui en gran medida por el entusiasmo que Andrés y el resto de los que hacían el fanzine promocionaban al comic yanqui en unos años donde decir eso era casi ser un vendepatria, si uno seguía la línea editorial de la primera “Fierro”. Fui socio de la Biblioteca de historietas que empezó en un espacio mínimo en Entelequia. Lo ví crear la versión revista de “Comiqueando”, uno de los pasquines que más hizo por el fandom comiquero argentino. Me pasé muchísimos domingos en Parque Rivadavia hablando boludeces comiqueras con él y muchos más. De manera harto frecuente la tarde terminaba en Chacarita, en la redacción de la Comiqueando, siguiendo la charla comiquera con facturas y Coca Cola (que haya dejado la Coca Cola Andrés es otro signo del inminente Apocalipsis, si me preguntan a mí). Le mangueé colecciones enteras que siempre me prestó generosamente. Le aguanté discusiones políticas entre él y otro amigo, el Dr. Sax, donde sus opiniones nos ponían a Sax y a mí de la gorra. Él fue quien me contactó con Lucas Varela, resultando en el fanzine Kapop, lo más cercano en mi caso a los quince segundos de fama en el mundillo del comic que puedo mostrar hoy por hoy. Nunca escribí, eso sí, en la Comiqueando: creo que lo hubiera terminado estrangulando con sus momentos de jacobino comiquero. Pero eso no quita que le tenga por un lado un cariño inenarrable por todo lo que me ha aportado como tipo que no solo es fanático de los comics sino que además hace de difundir lo que a él le parece que es grosso del Noveno Arte un apostolado. Que nadie lo dude. Cuando Andrés habla de comics, lo que dice es Verdad. Al menos es verdad para él. No hay marketing cuando habla del comic. No hay negociado detrás. Y eso, en un crítico es el equivalente a oro puro.

Por eso cuando descubrí su blog, me dije “¡era hora!”. Es que un blog era EL  formato ideal para tener a un Andrés Accorsi en estado puro. Aclaremos: si bien en Comiqueando la libertad era casi completa, había cosas que – por una cuestión mínima de supervivencia comercial- Andrés tenía que hacer. Que se yo, poner a Batman en tapa para hablar de la última megaultraarchisagacrossovereada (incluso diciendo que era un robo vergonzoso , un “avechucheo” en la jerga que generó la revista) implicaba sacarle espacio para hablar de otras cosas que Andrés probablemente le hubiera gustado hablar peor , como vendían poco, tenía que dedicarle menos espacio. Y además la revista se hacía con mucha gente, con el dirigiendo pero no tocando todos los instrumentos. Así que igual había cosas que Andrés no podía decir porque no había como.

Pero claro en el blog, ese lugar donde el espacio no importa, donde podes escribir cosas enormes  (como esta reseña Lengua fuera) sin que nadie pueda detenerte, y donde podés hablar de lo que se te venga en ganas, Andrés tenía que estar en su salsa. Y así fue. Usando la premisa de “leo un comic al día y la reseño” como base, Andrés comenzó con un celo increíble – el tipo es así: se pone una meta y nada lo detiene- a reseñar historietas. Ojo: no cualquier historietas (y esto es otra ventaja por sobre Comiqueando donde escribía notas sobre personajes e historias que realmente le importaban poco y nada pero que había que darlas como marco informativo) sino las cosas que él se había comprado para leer o que había pedido a amigos para pegarle una leída. Cosas que le interesaban. Cosas que quería leer aunque lo defraudaran. Las lecturas de Andrés Accorsi.  NUNCA van a leer algo más personal que eso en un crítico. Por eso es tan interesante su blog: es el mapa de lo que lee un tipo que de comics sabe mucho mucho y mucho.

Este libro recopila precisamente los primeros seis meses del blog, de una manera casi calcada. Y – más allá de las críticas puntuales que Andrés hace- es interesante ver varias cosas del material que él lee. Primero, Andrés lee DE TODO TIPO DE HISTORIETA. Hay comic yanqui, manga japonés, historieta argentina, tebeo español, álbumes de bande desineé. Hay superhéroes, terror, ciencia ficción, aventura, policial, humor, autobiografía, cosas inclasificables. Hay mainstream, hay indie, hay underground. Si alguno creía que Andrés era un tipo pegado mal con los superhéroes, no es verdad. De hecho la cantidad de material perteneciente a los Universos de Marvel y DC es bastante exigua. Y además la mayoría de esos trabajos reseñados son o proyectos especiales o cosas que poco tienen que ver con la continuidad de ambos universos superheroicos. Pero muy poco en serio. Y mucho de ello eran recopilaciones de historietas de superhéroes de por lo menos 30 años. Material nuevo de superhéroes con continuidad regular, muy peor muy poco. Sí que ´sáquenselo de la cabeza. Que Andrés pueda hablar de las movidas y los cambios de Superman, Batman, Spiderman y demases no necesariamente indica que esté enganchado con la lectura. Solo que sabe lo que está pasando y si tiene que leerlo porque eso es lo que el público quiere saber lo va a hacer. Pero no es lo que quiere leer. Lo que quiere leer es lo que aparece acá.

Y en ese sentido hay que estarse atento a sus recomendaciones. Porque explica en cada reseña por qué está bien o está mal lo que leyó. Es ameno, divertido, ácido cuando quiere, sarcástico cuando lo cree necesario. Digamos que si hacés un libro con puras reseñas, tienen que ser reseñas muy buenas para que se venda. Y por suerte las de Andrés lo son. Y mucho.

La edición de Llantodemudo en sí está bien hechita, con una tapa de Lucas Varela inmejorable – bueh, tampoco me hagan caso mucho acá, que Lucas también es amigo-. Dentro el resultado es funcional, sin ninguna diagramación que diga que te cambió la forma de ver un libro pero que cumple más que dignamente, sin imágenes empastadas, manchones que dificultan la  lectura y en un papel de buena calidad que no te ensucia las manos cuando pasas los dedos sobre la tinta. Si me pongo hinchapelotas diría que esta cortado un poco medio descuadrado pero eso es romper mucho las guindas me parece a mí.

En suma, este primer volumen de “365 comics por año” está más que bien. Para descubrir comics nuevos, para revalorar antiguos y para descubrir cosas que ni idea tenías que existían. Agradézcanselo a Andrés Accorsi. Como guía en la Comiteca de Babel, no les puede tocar alguien mejor.

 

 

The Chaykin archives vol. 5

The Chaykin archives vol. 5

Tras muucha dmeora volvemos con un nuevo tomo de la recopilacion cronológica de todo (o casi todo) lo hecho por Howard Chaykin en comics. Que ocmo pueden imaginarse esun autor que me gustam ucho.

 

Bueno este volumen recoge un monton de material suelto hecho por el periodo donde ademas dibujaba la serie regular de Star Wars (que esta en el volumen anterior completa) y hay cosas buenas y cosas aceptables. Recomendable el episodio de Cody Starbuck donde pone todas las pilas que no se notan en Star Wars (por algo era su creación).

Todavía no es un capo total pero ya se nota que es un pro de cuidado a tener en cuenta...

Mejor me callo. vayan bajen lean y comparen

el link es el de abajo.

http://www.mediafire.com/?pqvm4v88ohc8sc7

 

 

 

 

 

THE HOWARD CHAYKIN ARCHIVES 4

THE HOWARD CHAYKIN ARCHIVES 4

Esta entrada de mi recopilación cronológica de la obra de Howard Chaykin incluye los diez primeros números del primer comic de Star Wars, que dibujó él sobre guiones de Roy Thomas y auxiliado por otros dibujantes (especialmente Steve Leialoha). Aparentemente George Lucas (que era fan de los comics) ofreció muy barato los derechos de publicación de la serie y fue la insistencia de Roy Thomas (frente a las dudas de Stan Lee) lo que logró materializar la serie, que se convirtió en un hit inesperado para la Marvel cuando la película se convirtió en otro hit inesperado.

Según cuentan, Lucas pidió a Chaykin específicamente luego de haber visto lo que había hecho en otras series de ciencia ficción como Ironwolf y Cody Starbuck (que ya aparecieron en los tomos anteriores, disponibles en este blog aqui, aqui y aqui ) y Chaykin demostró que cumplía haciendo space opera, aunque no es su trabajo más interesante (en mi opinión personal). Pero esta serie le dió la posibilidad de ser mas reconocido por el público lector.

Aquí les dejo el link para bajar este archivo. Disfrutenlo

http://www.mediafire.com/?lbynlrw7515n6e0

THE HOWARD CHAYKIN ARCHIVES 3

THE HOWARD CHAYKIN ARCHIVES 3

Seguimos publicando cronologicamente la producción de este gran creador norteamericano. En este tomo ya empezamos a ver la maduración creativa de Chaykin como dibujante y guionista, si bien todavía no es un tipo particularmente disciplinado. perdonen la brevedad del texto  pero el día apura.

Como siempre la mayoría del material está en inglés(si alguien lo quiere traducir por favor). Bajenlo leanlo y disfrutenlo

 

link:

http://www.mediafire.com/?6t6ebr2qzs28xhg

 

THE HOWARD CHAYKIN ARCHIVES 2

THE HOWARD CHAYKIN ARCHIVES 2

Siguiendo con la recopilación cronológica de este notable autor norteamericano de historietas (vayan a la primera parte para ver las razones de por qué hago esto) llegamos con este segundo volumen donde ya empezamos a ver algunas de sus primeras creaciones, que ya marcan algunos de los intereses creativos de Chaykin. Tanto Ironwolf (una obra de ciencia ficción retro que hubiera sido un éxito pocos años despues con la furia de Star Wars encima) como su sucesor Cody Starbuck, como The Scorpion y Dominnic Fortune (moldeados en la narrativa de los pulp de aventuras de la década de 1930) son variaciones del mismo personaje que parece capturar a Chaykin, un personaje cínico, burlón y deifnitivamente no un héroe clásico, aunque todavía sin llegar al antihéroe (falta poco para eso, pero todavía tienen un vestigio de heroísmo en sus venas) que se enfrenta a un mundo despiadado y poblado por grises antes que por blancos y negros. Definitivamente Chaykin estaba ya en esos años muy poco interesado en los superhéroes (como ven, la única historieta de ese género en esta compilación es una de Batman, uno de los personajes más cercanos al universo "pulp" en los superhéroes).

Falta una historieta publicada en "Vampire Tales" nº7 de la marvel. No hubo manera de hallarlo. Si alguno encuentra esa historieta , aviseme por favor. Ah, y el material sigue estando casi todo en inglés. Si alguien desea traducirlo, sientase libre de hacerlo.

 

Bueno espero que disfruten esta segunda entrega

 

Link http://www.mediafire.com/?25l3183c5u1kqq3